2006-11-19 Entrevista con Gorrochategui. «Aún no estoy seguro de que los textos de Veleia sean auténticos»

El lingüista cree que es pronto para dar por buenos o por malos los escritos en euskera del siglo IV y pide a los investigadores «comprobaciones extremas»

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ROSA CANCHO moc.oerrocle-oiraid|ohcnac.r#moc.oerrocle-oiraid|ohcnac.r
/VITORIA
Elcorreodigital

Joaquín Gorrochategui confiesa que se enfadó «mucho» cuando descubrió que se había filtrado a la prensa el hallazgo en el yacimiento romano de Iruña Veleia, en Álava, de un conjunto de textos en euskera que podían datar de los siglos III y IV y cambiar muchas tesis científicas. El prestigioso catedrático de Lingüística Indoeuropea tuvo que enfrentarse pocos días después a una improvisada rueda de prensa cuando en su cabeza bullían decenas de dudas y preguntas sin respuesta. Cuatro meses después mantiene su postura crítica. Subraya que aún no puede estar seguro de los descubrimientos sean «auténticos» e invita a los otros investigadores implicados en el peritaje de las piezas a «extremar» las precauciones y aplicar con rigor los métodos científicos. Si demuestran que son verdaderas, admite, se avecina una revolución académica.

-Han pasado cuatro meses desde que se anunciara la aparición de inscripciones en euskera en Iruña-Veleia, al parecer de los siglos III o IV. Se han dicho muchas cosas. Usted pide «cautela hasta llegar al pleno convencimiento sobre la autenticidad» de los hallazgos. ¿Ha habido precipitación por parte de algunos al darlos por buenos?

-Para algunas personas serán suficientes la información o las pruebas proporcionadas por los arqueólogos sobre estas cuestiones. Pero a mí no me compete ver eso. Las analíticas y las estratigrafías tendrán que analizarlas los arqueólogos. Yo debo estudiar los textos desde el punto de vista de la lengua y los epigrafistas, desde el de la propia grafia. Y mire todavía esto está sin hacer…

-Se queja de que no dispone de un catálogo detallado de los textos.

-No sé si es una queja… Me da la impresión, y esto lo dirán los arqueólogos, de que han tenido que hacer otros trabajos este verano y se han distraído un poco del plan inicial, por eso la cosa se ha atrasado. Claro, para decir las cosas con más fundamento necesitamos tener los textos correctamente leídos, clasificados, con el comentario epigráfico, con fotos…

-Otros miembros del comité encargado de peritar los hallagos, como los catedráticos Santos Yanguas y Knörr, han hablado de «evidencias» sin tapujos. Sin embargo, usted tiene dudas, sobre todo lingüísticas.

-Para mí el texto no se puede separar del soporte, de la función y de la propia lengua. Yo parto evidentemente de la lengua y es ahí donde me centro -aunque no sólo en eso- y veo cuestiones que no me cuadran del todo.

-¿Por qué usted es más crítico?

-Parece que las evidencias son estratigráficas, arqueológicas y analíticas. No tengo nada que decir sobre eso, quizá sean verdad, pero eso ya se verá. Yo hago mi trabajo y no puedo decir nada hasta que tenga todo el material para relacionar una cosa con otra. A lo mejor el informe final pueda ser también dudoso, o no, y quedo plenamente convencido de todas las cuestiones. En última instancia, ese va a ser un diálogo de disciplinas diferentes: los lingüistas y los filólogos, los epigrafistas, los historiadores de la religión, de la educación antigua, del arte, tienen que ver los materiales que les afectan y decir 'esto me resulta raro, pero cuadra con la época', o 'esto no me lo esperaba, pero lo puedo interpretar así o asá' o 'me resulta inexplicable'. Al final todo tiene que coincidir. Yo lo que digo ahora es: no tanta alegría, no tanta precipitación, vamos a esperar y a seguir el método científico.

Fenómenos poco usuales

-En el artículo que usted publicó ayer en EL CORREO cita cuestiones que le llaman poderosamente la atención de un descubrimiento que califica de «asombroso» porque reúne una serie de fenómenos «poco usuales». Para empezar, reflexiona sobre la excesiva abundancia de óstraca o escritos sobre cerámica en Iruña Veleia.

-Mire, un grafito es cualquier cosa que haces sobre una cerámica. Coges un puzón y rayas y ya está y de eso hay a montones, yo que sé, en Mariturri, en Arcaya, en todas partes… Pero óstraca ya es otra cosa, es utilizar una cosa para escribir un texto, un mensaje y eso es menos frecuente…

-Pues en Iruña-Veleia ya van por el tercer conjunto de piezas de este tipo. ¿Por qué sugiere usted, con tono crítico, que le extraña tanta abundancia?

-Tal cantidad de óstraca es inusual. Eso implicaría una extensión muy muy grande del hábito de la escritura que llegaría a mucha población, es decir, un grado de alfabetismo muy amplio y no me parece a mí que esto pudiera ser así. Y además, en una lengua que no es la latina, porque si todavía fuera latín,… Escribir es un fenómeno nada natural, requiere de gran esfuerzo. Y hacerlo en una lengua en la que tú no has aprendido a escribir es una empresa intelectual muy importante.

-Explíquese.

-Recuerdo a mis primos, que son de caserío. Cuando iban a la 'mili' sabían lo justo, justo de castellano, porque toda la vida habían hablado en euskera. La carta que escribían a sus padres de higos a brevas era en castellano, cuando jamás entre ellos hablaban en castellano, pero era la única lengua en la que habían sido alfabetizados, en la que habían aprendido a escribir y a unir las palabras y a separarlas. En vasco no sabían cómo hacerlo y si alguno se ponía a escribir pues salían churros: las palabras van juntas, las separaciones son diferentes a lo que uno está acostumbrado… Escribir no es nada simple. Y con lo de Iruña-Veleia uno se pregunta por qué si allí hubo esa floración otra vez de pronto volvemos a la Edad Media y no hay nada, todo el mundo ha olvidado escribir en vasco y sólo se escribe en latín o en romance.

-Según sus propias palabras, del «asombro» pasa a la «perplejidad» cuando se enfrenta a los textos en euskera. ¿Por qué?

-Sabíamos que se hablaba euskera en este territorio, aunque algunos lo nieguen. Pero una cosa es esto y otra es que su escritura se dé en un único punto y con una profusión tan grande, frente a otras ciudades de la romanización iguales o incluso más grandes como St-Bertrand-de-Comminges donde no ha aparecido nada. Alguien me podrá decir 'bueno, de un argumento 'ex silentio' no se puede negar nada'. Bien, no se puede negar nada, pero yo siempre pongo sobre la mesa que esto es inusual.

-Desde el primer momento en que tuvo contacto con los hallazgos, usted ya incidió en la inteligibilidad de las palabras, en su gran parecido al euskera actual. ¿Qué evolución hubiese creído más lógica a lo largo de los siglos de palabras como 'urdin' (azul) o 'lo' (dormir)?

-Mire usted, no lo sé. Le pongo un ejemplo. Digamos que eso es vasco del siglo IV. Esos textos, si se los damos a un estudiante de euskera, alguien que no lo sabe como legua materna, los entiende. No es complicado. La prueba es, si a un polaco que aprende español le diéramos un texto español del siglo IV, que es el latín, ¿lo entendería tan rápidamente?

Demasiado inteligibles

-¿Todas las lenguas evolucionan?

-Sí. Sabemos, porque esto es un axioma, que no puede haber una lengua que no evolucione.

-Analice alguna palabra, por favor.

-Ahí aparece 'edan' (beber). Tiene estructura de participio correcta. Pero 'ian' (comer) tiene la misma estructura de participio con una evolución - la 'e' ha pasado a 'i' y no sabemos si esa 'i' y esa 'a' han pasado a 'ia'- que yo en principio no esperaría tan antigua. Claro que todo esto nos lo podemos volver para atrás. Éste no es un argumento definitivo para decir que no. Son indicios en contra de lo que esperaríamos, en contra de ciertas hipótesis de verosimilitud. Estamos buscando, veremos pruebas que sean claras en un sentido o en otro. De momento estamos con una impresión. Al final las disciplinas van a tener que discutir entre ellas.

-Tampoco le convencen algunas grafías.

-Hay cosas raras. Sí, por ejemplo, la 'h' en Ioshe no sé a qué viene. En latín y en griego era Ioseph, con una 'ph' al final, que no sé por qué desaparece ahí, cuando además apunta a una fuente directa judía o hebrea, por el nombre de 'Miriam'.

-¿Ironiza usted cuando dice que esto apunta a la posibilidad de que en Iruña Veleia hubiese una comunidad judeocrisitiana que hablase euskera?

-El texto está en lengua vasca y los nombres son de orígenes hebreo directo y no de latinocristiano. Ésa es la conclusión que saco…

-Eso cambiaría muchas teorías…

-Yo no soy especialista en cristianismo, pero creo que también estarían muy interesados los especialistas en cristianismo en eso.

-Le llama la atención hasta que las palabras estén en mayúsculas.

-Porque en muchos de los óstraca que yo he visto que aparecen en cursiva. Si se parte de una idea de que el hábito de la escritura está muy extendido, porque hay muchos textos, lo normal sería la cursiva, y todo lo que yo he visto está en mayúsculas.

Las grafías

-Otra de las rarezas de las que habla conjunción copulativa 'ta' derive con los siglos en 'eta' y no al revés.

-A mí me parece más fácil explicar 'ta' de 'eta'. Lo mismo que cuando aparece 'zutan'. Se habla así en dialectos septentrionales. En los peninsulares, en concreto en el vizcaíno, es 'zugan', y bueno, los filólogos creen que 'zugan' es más antiguo que 'zutan'. Es decir, estos textos mueven los cimientos de nuestra disciplina, de lo que hasta ahora pensamos que podría ser verosímil. Es verdad que no sabemos cómo era el euskera del siglo IV, pero sí sabemos como era el latín de esa época. Ya veremos qué dicen los textos del hallazgo anterior a éste, en latín, que para mí son muy importantes.

-Su colega Knörr habla ya de un tercer hallazgo de textos en euskera menos inteligibles. ¿Eso despejaría alguna de sus dudas?

-Sólo he visto algo, no sé si es todo. Para mí van por el mismo aire que las anteriores.

-Si al final todo esto resulta ser verdadero, Iruña-Veleia va a revolucionar el mundo académico.

-Sí, si esto es así, tienen una consecuencia brutal. Admito que estos hallazgos tienen una enorme repercusión y ponen en entredicho muchísimas de las ideas y opiniones que teníamos hasta ahora. Por eso me parece prudente someterlos a una crítica y a una comprobación extrema. Están muy bien las analíticas de los laboratorios o la información arqueológica, pero eso tiene que cuadrar con lo que nosotros sabemos de nuestra ciencia. Tiene que encajar, aunque sea cambiando algunas cosas de nuestra ciencia, pero no sé hasta qué punto todas…

-Si el puzzle no encaja, ¿no surgirán sospechas de falsificación?

-La respuesta a eso tendrá que ser el final del estudio. Yo aún no estoy seguro de que eso sea auténtico. Pero, ojo, de la misma manera que reclamo que no se puede decir ahora que todo va a misa, por la recíproca no podemos decir que esto es falso. No creo que esto se vaya a dilatar, parece que de aquí al verano ya estará el informe definitivo.

-¿Se le ha pasado por la cabeza que el hallazgo pueda ser falso?

-Para mí están abiertas todas las posibilidades, también que sea verdadero.

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EXPERTO. Joaquín Gorrochategui consulta un libro sentado junto a uno de los árboles del jardín de Las Nieves, en el campus alavés de la UPV. / NURIA GONZÁLEZ

Nació: en Eibar, en 1953.

Profesión: es catedrático de Lingüística Indoeuropea de la Facultad de Filología e Historia de la UPV y ahora dirige el Instituto de Ciencias de la Antigüedad.

¿Qué estudia la Lingüística Indoeuropea?: «Es una disciplina que básicamente compara las antiguas y múltiples lenguas que se hablaban desde la India hasta Europa. Algunas tienen documentación antigua como el latín, el griego y el sánscrito, que son las clásicas. Un campo amplísimo», en sus palabras .

Su especialidad: este alumno aventajado de Koldo Mitxelena basó su tesis en la onomástica -en los nombres de personas y de divivinidades- basada en la lengua vasca y que se encuentra sobre inscripciones latinas del siglo II d. de C. de la antigua Aquitania. Además del euskera antiguo, se ha ganado su prestigio con estudios de otras lenguas como la celtibérica o la ibérica.

Su papel en Iruña Veleia: forma parte del comité científico encargado de peritar las piezas junto a los tambien catedráticos Juan Santos Yanguas (Historia Antigua) y Henrike Knörr (Filología Vasca).

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