Idoia Filloy Nieva Arqueóloga
Lo crean o no, he estado pensando mucho sobre si debía o no debía hacer este artículo. Pero al final creo que se ha impuesto mi necesidad de dar mi opinión. Total, ya no voy a perder mi empleo, verdad?. Me fue arrebatado hace casi ya un año, junto a mi profesión y a mi ilusión de toda la vida.
Y voy a dar mi parecer sobre la reciente firma de un Convenio entre la DFA y la UPV para la redacción de un nuevo Plan Director para Iruña-Veleia del que, asombrosamente, ya tenemos datos, pese a que su aprobación es muy reciente.
No se preocupen, que no les voy a aburrir sobre los antecedentes que han llevado a esta situación. Tampoco les voy a contar qué opino sobre el hecho de que Julio Núñez, quien durante el proceso de la comisión evaluó negativamente nuestro trabajo, sea el que va a hacerse cargo ahora del yacimiento; o si pienso que sus potenciales intereses en el yacimiento pudieron influir o no en su objetividad científica. Ni lo que me parece que esa evaluación se hiciera sin pedirnos un mínimo de la documentación necesaria, ni visitando los puntos de aparición de los grafitos, ni manteniendo tan siquiera una sencilla reunión de trabajo con nosotros. Tampoco voy a entrar en el hecho de que él mismo redactara uno de los informes más contundentes sobre la falsedad de los grafitos, concretamente el de iconografía. Ni siquiera en que ese informe es, en mi opinión, uno de los más débiles, por sus numerosos errores de juicio y porque –prácticamente- todas y cada una de sus afirmaciones se contradicen por la propia documentación de época romana. Invito a la lectura de su informe y del que yo misma he redactado (www.veleia.com) y a que lleguen a sus propias conclusiones sobre si realmente queda demostrada la falsedad de los grafitos, o más bien todo lo contrario. Finalmente dejaré de lado qué me parece que desde diputación se cierren en banda a la realización de las pruebas científica, que resolverían rotundamente la cuestión.
Y no voy a entrar en esos temas porque no es el asunto del que quiero tratar y porque espero, sinceramente, que sean cuestiones que se investiguen en profundidad en el proceso judicial, en el que tengo plena confianza.
De lo que se trata aquí es de dar mi opinión sobre el esbozo presentado a la prensa y difundido en los foros de Internet, del nuevo Plan Director en el que, sinceramente, tenía puestas mis esperanzas ante las estupendas promesas hechas por la propia diputada de Cultura. Y ello porque lo que aquí interesa realmente es el bien del yacimiento y de nuestro Patrimonio cultural. Pero una vez más, una cosa es lo dicho en la prensa y otra bien distinta la realidad. Y me explico.
En primer lugar estaría la composición del equipo redactor. Su carácter internacional viene dado al parecer por la presencia de dos personas extranjeras que permiten la utilización del plural. Una es quien redactó, junto a Núñez, el informe iconográfico y el otro es un especialista en fotografía aérea. Con respecto a la composición global del equipo, no voy a entrar en las personas individuales, por supuesto. Entiendo que Núñez, como es lógico, haya recurrido a aquellas más accesibles para él, con las que haya trabajado antes o lo que sea en cada caso. Sí resulta curioso que no haya nadie más de su departamento. Me voy a referir a las áreas de conocimiento que cubren. Porque para mí es un claro indicativo de desconocimiento sobre las necesidades reales de un yacimiento como Iruña. Como nosotros hemos invertido en él 15 intensos años de nuestra vida. me voy a permitir dar un consejo, si se me permite. Núñez necesitaría a especialistas en metodología arqueológica y en estratigrafía, porque es un yacimiento complejo de excavar (nosotros tuvimos la suerte y el honor de contar con la ayuda de Edward C. Harris desde el inicio del proyecto) y en materiales arqueológicos de época prerromana y romana, principalmente. Porque lo que aparecen en él son, sobre todo, restos de cerámica, hueso, vidrio, madera, ladrillo, etc. Y no he visto en la composición del equipo que se hayan cubierto estas necesidades. Tampoco he visto, curiosamente, a ningún epigrafista. Sin embargo se ha dado mucho peso a personas vinculadas a la musealización (que no es precisamente el primer paso en un proyecto), a la gran arquitectura y a escultura, iconografía, etc. Alguien con estos perfiles es necesario, obviamente, pero no como para constituir el “grueso” del grupo.
En segundo lugar estarían los puntos de actuación del Plan Director, de los que me gustaría comentar algunos aspectos. Y ello porque con lo que se sabe hasta ahora de éste, a mí me queda la sensación de que se va a hacer como si esos 15 años de intensa actividad en el yacimiento nunca hubieran existido. Y, sin embargo, me da la impresión de que se van a utilizar toda la inmensa fuente de información que hemos ido generando sobre el mismo y que se encuentra depositada en la DFA y que es pública. Y ese uso sería pertinente, siempre y cuando se garantice la mención y el reconocimiento de la fuente (es decir, de nuestro trabajo), simplemente por aquello de los derechos de autor y de la honradez. Pero pensándolo bien, no sé si llegaremos a saber algo sobre todo esto puesto que, de forma inconcebible para mí puesto que estamos hablando de dinero público, el Convenio se ha blindado con una claúsula de confidencialidad, donde se señala expresamente que “ambas partes se comprometen a mantener en secreto los datos e informaciones que se obtengan”.
Los puntos que me interesaría destacar serían los siguientes:
• Se tiene previsto proponer en dicho Plan, las zonas sobre las que se pretende excavar, basándose en cuestiones puramente arqueológicas –como la potencia estratigráfica de la zona-, o de interés científico para posteriores investigaciones. Correcto. Pero aquí hay que partir de la base de que el nuevo equipo desconoce, lógicamente, qué puntos del yacimiento tienen buenas potencias estratigráficas y cuáles de éstas tienen mayor interés científico. Por eso, me planteo si no van a recurrir a un laborioso estudio, que llevamos a cabo entre los años 2005 y 2007 y que se materializó en una buena Memoria científica entregada a fines de 2007. Memoria en la que, precisamente, se evalúa la estratigrafía y potencialidad arqueológica en casi 300 puntos del yacimiento en el área exterior a las murallas. Les parece a ustedes que tienen si no otra forma de saber cuáles son los puntos más interesantes para excavar? Y que conste que no me parece mal, siempre y cuando se reconozca, como he dicho, nuestro trabajo.
• Se señala que las zonas planteadas para la excavación no se reducirán a sondeos o catas, sino que serán zonas de una extensión considerable. Perfecto. Eso es lo que hemos estado haciendo nosotros durante el desarrollo del Proyecto Iruña-Veleia IIIer. Milenio. Y lo sabe cualquier que haya visitado nuestras excavaciones durante estos años, puesto que nos habrá visto trabajando en sectores de gran tamaño.
• Se preveen trabajos en la muralla, como la lectura estratigráfica de los paramentos de la misma visibles a día de hoy y se establecerán las pautas que deberán regir la restauración de este importante elemento. Mi conclusión personal al respecto es que van a hacer un trabajo ¡que ya está hecho!. Les informo –como en su día lo hicimos ante los medios de comunicación- que, a fines del 2007 entregamos el Plan Director para la muralla de Iruña-Veleia. No voy a decir que era un buen Plan, sino un muy buen Plan. Está depositado en las instituciones públicas, por lo que es de libre acceso. Me pregunto si no tendrán la tentación de utilizarlo, ya que el trabajo está hecho y dudo que en dos meses consigan algo así. Y, como he dicho antes, no me parecería mal, siempre y cuanto citen la fuente. Pero entonces quizás lo más ético sería que devolvieran esa partida al erario público.
• En cuanto a la necesaria restauración de la muralla que también se tiene prevista, les recuerdo que el año pasado se perdió una subvención de 100.000 euros (qué casualidad!) del Ministerio de Cultura debido al cierre del yacimiento, la cual iba a ir destinada precisamente a iniciar la consolidación de la muralla. Una auténtica pena!
• Sobre la consolidación de estructuras, hemos de señalar que todas, absolutamente todas, están consolidadas (excepto, lógicamente, en las zonas concretas en las que se estaba excavando). Cualquiera que haya visitado el yacimiento en los últimos tiempos lo habrá comprobado y, además lo tenemos documentado todo fotográficamente. Y se hizo con el seguimiento de la DFA.
• Se señala también que se va a proceder a la recogida de la documentación antigua existente sobre el yacimiento, así como de bibliografía, planos, fotografías, etc. Señalar que eso también ya está hecho y se recogió en el mismo Plan Director de la Muralla elaborado por Lurmen, en poder de la DFA desde fines de 2007. Sobre las fotografías aéreas es de suponer que aprovecharán el barrido sistemático de fotos que también hicimos desde el aire y que tan estupendos resultados dio porque se veían desde el aire estructuras enterradas. Documentación también en manos de la DFA.
• Finalmente querríamos hacer un apunte sobre la divulgación del yacimiento. Como todos reconocerán, no sería algo nuevo, sino continuista con lo que ya se estaba haciendo, puesto que ya existía –y sigue existiendo- una página web, se acondicionaron los itinerarios de visita, se instalaron pasarelas accesibles, así como cartelería, folletos, se pagaron visitas guiadas, talleres infantiles, etc. Como prueba de los logros conseguidos en la socialización y conocimiento del yacimiento daremos el dato de que de las menos de 3000 visitas que recibía el yacimiento en el año 1994, pasamos a las 35.000 en el 2007. El proceso de dar a conocer a Iruña iniciado y muy promovido por nosotros no se perderá, de lo cual nos alegramos.
Me gustaría concluir dando mi enhorabuena a Julio Núñez por haber conseguido sus propósitos. Pero lo siento mucho, no voy a hacerlo. Y no voy a hacerlo porque me lo impide mi sentido ético tanto profesional como humano. Pero sí le deseo suerte y que mime el yacimiento. Iruña se lo merece.
Diario de Noticias de Alava, 11 de noviembre de 2009