Sobre la necesidad de un estudio de las evidencias físicas

Koenraad Van den Driessche, Doctor en Geología
Sobre el artículo "Grafologoek ere ondorioztatu dute Veleiako euskarazko idazkunak modernoak direla"
En este sorprendente artículo de Alberto Barandiaran del 30/1/10 sobre un estudio grafológico se intenta demostrar de manera definitiva la autoría de las piezas euskericas como moderno, y además pretende identificar con 100 % de certeza el autor, el mismo de unas letrinas teatrales de los Ludi Veleyenses de 2004.
El artículo va acompañado de dos fotos de inscripciones de la letrina y tres fotos de piezas euskericas (15910, 15921 y 15925). A falta del informe pericial solo podemos contrastar el contenido del artículo con las cinco fotos.

Lo que llama la atención es la correspondencia entre la grafía de las piezas en euskera. Ya ‘a ojo’ se tiene la impresión que se trata de piezas del mismo autor, lo que a nivel arqueológico es perfectamente posible porque vienen del mismo estrato (Unidad Estratigráfica sondeo 32 – UE 32005-C). Los otros números mencionados vienen del sector 6 y pueden estar relacionadas entre ellos. Dan la misma impresión de venir de la misma mano, pero distinta de la anterior.

En las fotos publicadas se ven entre las piezas y las letrinas diferencias en p.ej. las O, la apertura de las Mes, la A no tiene travesaño en las piezas etc. Observo que la distancia de interlineado en las piezas euskericas es variable, y gira entre media altura y altura entera de una letra, claramente mayor que la distancia de interlineado en las dos foto de las letrinas.

Estas simples observaciones contradicen lo descrito en el artículo como una ley perfecta (y no tratamos los efectos motriz-neuronales de escala – las letras de las piezas son hasta 10 veces más pequeñas que las letras de las letrinas). Por otra parte pruebas que aportan un nivel de confianza de 100% no existen (por esto uno tendría que realizar un número infinito de mediciones). Para verificar las pretensiones de los peritos caligráficos es evidentemente necesario ver su informe.

Esto artículo suena a dejavu. El 21/11/09, El Correo publicó un relato muy parecido, con la diferencia que se trató en esta ocasión de dibujos que sin la menor duda tenían una correspondencia de 100 % entre las letrinas y las piezas de Veleia (http://www.elcorreodigital.com/alava/20091121/sociedad/grafologos-apuntan-eliseo-como-20091121.html).

Pero el mayor escollo es que se ven claramente adherencias en los surcos de las piezas que son a nivel criminológico de primera importancia. Un surco de una inscripción realizado después de la excavación de las piezas debe estar limpio (a no ser que le han rellenado para fingir antigüedad).

Se observan en general en muchas piezas con inscripciones de Veleia adherencias de todo tipo, lo que es en otras piezas desde foto confirmadas por el epigrafista Prof. Rodriguez Colmenero y el doctor en arqueología Silgo Gauche (ambos declaraciones depositadas en el tribunal). En el caso de las piezas consideradas aquí se puede tratar de tierra concrecionada, es decir una tierra que se ha endurecido por el crecimiento de cristales de calcita entre sus minerales con la formación de una costra de bastante dureza.

La presencia de tales costras indicaría que las piezas han estado enterradas con sus inscripciones durante mucho tiempo suficiente para excluir que se trata de un tema de criminología y que debe volver al estatus de problema arqueológico.

La naturaleza de las deposiciones de los surcos debe coincidir con los restos de costras que se encuentran sobre la pieza, lo que es bastante sencillo de comprobar.
La presencia de costras carbonáticas en arqueología es un criterio técnico para considerar a un artefacto como antiguo.

Muy curiosamente la naturaleza de estas deposiciones no ha sido investigada por la comisión, o únicamente de manera marginal en el estudio de Prof. Madariaga, experto en química analítica.
Prof Madariaga observa en su informe para la pieza 15910 la presencia de carbonato en forma de calcita (p. 33-35). Calcita es mínimamente presente en la mayoría de los suelos y la clara presencia en el análisis parece confirmar que se trata de una tierra concrecionada con formación de calcita después de haber sido inscrito.

Existe más que la impresión que se intenta neutralizar a Eliseo Gil con querellas criminales, incluidos pruebas sobreestimadas, mientras que no se ha investigado seriamente las evidencias arqueológicas de las piezas, apoyado donde sea necesario por analíticas.
El paso lógico después de las denuncias de falsedad desde la filología hubiese sido investigar la naturaleza de estas adherencias para descartar que las piezas han estado enterradas con sus inscripciones, un paso que la Diputación Foral de Alava no parece querer dar aunque en http://www.sos-veleia.org han firmado más de 1750 personas el manifiesto para pedir que se realicen tales pruebas. ¿Quién teme el resultado?

Me siento solidario con las personas víctimas de una persecución absurda en el caso ‘Egunkaria’.

Carta enviada al periódico Berria

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